Itinerario por el Ensanche de Tetuán (2). Entorno Avd. Mohamed V.
PERÍMETRO NORTE: ENTORNO CALLE ALGER ♦ PERÍMETRO OESTE: PLAZA AL-ADALA y PLAZA 9 DE ABRIL ♦ PERÍMETRO SUR: ENTORNO MOHAMED BEN ARBI TORRES y MOHAMED EL KHATIB ♦ HASSAN II – AVD. DE LAS PALMERAS
1. PERÍMETRO NORTE: ENTORNO CALLE ALGER
Entre la avd. Mohamed V y la muralla de la medina cualquier calle nos vale para el paseo. Tropezarás con más de un detalle inesperado y alguna sorpresa arquitectónica, como el edificio que alberga la pastelería Rachmuni (calle IBN TACHFINE).
Calle ALGER es paralela a la muralla. Allí se expresa esa medina incontenible que no frenan ni los muros. El zoco se origina en Bab Tut, y se escurre por la calle hasta alcanzar una plaza nueva que es réplica de la antigua plaza de España (hoy Hassan II), que diseñaron en 1929 el arquitecto José Gutiérrez Lescura y el artista Mariano Bertuchi. El tramo entre un punto y otro es distraído entre frutas y verduras, ropa, cachivaches y útiles. Y según a donde mires, verás los bastiones defensivos de la muralla o la moderna arquitectura del Ensanche.
BAB TUT es la puerta de las Moreras o de las Fresas, también fue puerta del Cid durante la ocupación española de 1860. Por ella se salía hacia Tánger y se entra en el barrio Tranqat. No es exactamente la puerta original, que se eliminó para que pasara el trolebús.
Si continúas bordeando la muralla, llegarás hasta BAB NUADER. Es la puerta que mira hacia el oeste, oculta en un recodo, por la que se accede a la calle Al-Ayun. La llamaban la puerta de las Eras. Allí siempre hay yebalís apostadas a su sombra, a la espera de que los caminantes compren sus frutas y verduras.
2. PERÍMETRO OESTE: PLAZA AL-ADALA y PLAZA 9 DE ABRIL
Caminar más allá de la plaza Mulay el-Mehdi es ya cuestión de ganas. Es una zona de la ciudad que respira a otro ritmo y en otro contexto, que se expande hasta esa metrópoli que crece más allá del centro histórico. Algo cambia en la cotidianidad con respecto al corazón del Ensanche, y nada que ver con la vida de la medina. Es como acercarse al presente.
Hacia el norte la plaza AL-ADALA puede ser un buen alto en el camino para tomar un té frente al cine Avenida (1948). La continuación de la avd. Mulay el Mehdi lleva hasta las antiguas escuelas y colegios españoles. Por el camino algunos edificios llaman la atención, como el neoherreriano de la Delegación de Economía y Obras Públicas (1947), los edificios gemelos del pasaje Feliu (1929), la moderna mezquita de Hassan II de finales de los 70, los bloques de viviendas Varela, y al norte, en la plaza 9 DE ABRIL, hay un exquisito edificio neoárabe, muy interesante por su composición de cuerpos articulados. Se construyó destinado a función militar, pero desde 1924 es sede administrativa.
3. PERÍMETRO SUR: ENTORNO MOHAMED BEN ARBI TORRES y MOHAMED EL KHATIB
Entre la avd. Mohamed V y el perímetro sur del Ensanche, hay varias zonas muy sugestivas, llenas de comercios, restaurantes, cafeterías y puestos ambulantes. Hacia el oeste está la Casa de España (calle Chakib Arsalan), buen lugar para refrescarse con una cerveza y enganchar WIFI si se echa de menos. Las calles de mayor ajetreo y atractivo arquitectónico son MOHAMED BEN ARBI TORRES (paralela sur a la avd. Mohamed V) y MOHAMED EL KHATIB.
A lo largo del recorrido lo mismo encuentras una casa cubierta de azulejo verde y blanco (1915) con un divertido mirador poligonal en la esquina y una extraña combinación de alturas; la modesta portada del Hotel Nacional, la muda fachada el cine Monumental, o el elocuente estanco, aparentemente vacío, pero lleno de viejos y ajados recuerdos de la historia en postales, cuadernos y libros. Al final de la calle, en dirección a la medina (este), comienzan a ocupar las calles los vendedores ambulantes, sobre todo de textiles, generando un nuevo zoco. Lo que sucede es que la medina está cerca, incontenible, y se derrama hasta aquí. A la calle se abren tiendas de telas y soportales con cafetines, y por aquí está el pasaje que, camuflado de zapaterías, te lleva hasta el bar La Unión, y en medio de todo esto aparece el antiguo teatro Español (José Gutiérrez Lescura, 1923, reformado en los 40 por De la Quadra Salcedo), evocador, moderno, y uno de las sedes del Festival de cine de Tetuán.
En la intersección de la calle Ben Arbi Torres con Mohamed El Khatib se ven varios edificios singulares. Son sedes culturales importantes en la vida tetuaní: la antigua Escuela Hispano-Árabe (actual Escuela Sidi Saedi), el Casino la Unión, y el actual Instituto Cervantes, que ocupa un edificio de los más antiguos del ensanche (Carlos Óvilo, 1914), concebido para edificio de Correos y Obras Públicas. Un delicioso modernismo de motivos decorativos secesionistas, con sus miradores verticales de trazo orgánico, con un algo gaudiano. En la esquina de enfrente se levanta una curiosa torre poligonal que remata un edificio a modo de faro o mirador (Casto Fernández Shaw, 1946) .
Al fondo cierra la calle la portada principal de CUARTEL RUKAINA (1917), cuartel de Borbono o cuartel Gómez Jordana. A medida que uno se acerca va descubriendo detalles que sorprenden. Es un edificio sencillo y efectista, longitudinal, con su ladrillo visto y la piedra trabajada, rompiendo el encalado del Ensanche. Quizás tiene un punto a la arquitectura británica de finales del siglo XIX. Ahora está ocupado por oficinas de asuntos sociales de las fuerzas militares reales y oficinas privadas.
4. HASSAN II – AVD. DE LAS PALMERAS
Continuando el frente de fachada del cuartel por la calle Maarakat Ouat El Majazin se llega al MERCADO CENTRAL (Casto Fernández Shaw, J. M. de la Quadra Salcedo, 1943). Por fuera es un edificio de gran impacto visual, de una presencia volumétrica contundente, en ese juego de pureza geométrica que se maquilla exclusivamente con enormes arcos de herradura apuntados y la cúpula, quizás el mayor logro en ese contraste de lo vanguardista con lo tradicional. Por la mañana es un hervidero de ajetreo, en sus dos pisos y su planta hexagonal, donde parece muiltiplicarse la visión de los puestos.
Ya en la avenida HASSAN I el Ensanche se diluye, pero quedan referentes que no te debes perder. En la plaza Bir Anzarán la antigua estación de autobuses (Casto Fernández Shaw, años 40); en la avenida en dirección oeste, hacia la Escuela de Artes y Oficios, está la antigua estación de tren (1917), con la misma estética neoárabe que el resto de estaciones de las ciudades del Protectorado. La línea de tren está en desuso, y el edificio es sede del MUSEO DE ARTE MODERNO. Cerca está el Centro artesanal, otro lugar donde comprar artesanía. Verás también una estación depuradora (años 20) de singular riqueza decorativa, que abastecía de agua a los trenes; y junto a ésta, un antiguo edificio de viviendas para funcionarios (Miguel de la Quadra Salcedo, 1942) que llama la atención por los biombos de obra que separan las terrazas.
Al otro lado, está la muralla como telón de fondo, y a sus pies, una zona ajardinada. Es el jardín MULAY RASHID, conocido también por Jardín de los Enamorados o Jardines Cagigas, apellido del interventor de Tetuán que promovió su creación (arquitecto José Gutiérrez Lescura y el artista Mariano Bertuchi, 1929-31). Además de un jardín nazarí con parterres, templete, bancos, fuentes y acequias, los vecinos más viejos te cuentan que hubo monos, corzos, pájaros cantores, peces, patos y un palomar, y que tampoco faltaban los bares con sus mesas y barriles. Aún queda un local junto al morabito que también es buen lugar para hacer un alto en el camino, a la sombra del verdor de la arboleda. Aunque un poco más adelante está el borj al-Hafa, al que puedes subir a tomarte un té con vistas al Gorgues y música de fondo.
En este paseo verás la puerta BAB REMUZ, que lleva a calle Luneta, en la que está el fondaq Lebbadi, y algún recuerdo que dejó el reloj parado en los años 30. Bordear la muralla completa hacia el este, cuesta arriba y un largo paseo, te lleva hasta la zauia de Sidi Abd al-Qadir Tibbin y termina en la Escuela de Artes y Oficios y la puerta Bab Okla.
♠ Para los más aventureros:
IGLESIA Y HOSPITAL MILITAR
La calle Musa ibn Nusair, aunque alejada del centro histórico, merece la visita de quien le guste la arquitectura. Aquí están el Hospital Militar Español (Emilio Navasqües Sáez, 1916) y la Iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro (1930). Estas construcciones estaban en su origen a las afueras del Ensanche, pero hoy son parte de la ciudad nueva.
LA CIUDAD ARQUEOLÓGICA DE TAMUDA
A unos 5 kms de Tetuán, dirección Chauen, y subido en un taxi, llegas a la ciudad de Tamuda, junto al río Martil. Su nombre es de origen tamazige, quiere decir pantano. Fue asentamiento fenicio del siglo III a.C. y a partir del siglo I d. C., se convirtió en ciudad romana. Entonces el río era navegable hasta la ciudad. Aquí se levantó un campamento de planta cuadrangular, con torres circulares en las esquinas. Su historia finalizó con la caída del Imperio Romano en la primera mitad del siglo V. Aunque están en un entorno poco atractivo, hay una intersante lectura en el diario de sus piedras. Una historia que se completa con la visita al Museo Arqueológico.
PUEBLO DE MARTIL
A tan sólo 11 kms (20 mint en taxi) de Tetuán está Martil, en la desembocadura del río del que toma el nombre. Mientras el río fue navegable, Martil fue la zona portuaria de la ciudad de Tamuda y después de Tetuán, un reducto de corsarios y también de comercio. De aquella época es el Fuerte Martil, una curiosa edificación amurallada posiblemente portuguesa. Carece de puertas y se accede a través de las ventanas con ayuda de una escalera.
Gracias a la comunicación por tren durante el Protectorado, se convirtió en lugar de veraneo y de recreo para los tetuaníes. La iglesia es de aquella época, de un peculiar estilo neobarroco que recuerda al colonial hispanoamericano. Es sede del Centro Cultural Padre Lerchundi y de la Biblioteca de la Universidad Abdemalek Esadi de Letras y Ciencias Humanas. Porque además de zona de veraneo, ahora es centro universitario, así que siempre hay movida, de día y de noche, todo el año. Martil es para pasear y disfrutar de un día distendido en un pueblo mediterráneo de blancos y azules, y continuar la noche. ♠
A partir de ahí, por toda la costa hasta Ceuta se reparten pueblos y residenciales de veraneo, con su vaivén de costa mediterránea, que invita al dolce fare niente.
Desde Tetuán a Chauen hay un paso. Desde Tetuán a Al-Jehba hay una carretera deliciosa; pero estos son otros viajes.
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