Pequeña historia de Tetuán.
Llamada por los poetas la paloma blanca y por los nostálgicos hija de Granada. Tetuán es una ciudad de elocuencia histórica y halagada con privilegios. Se encuentra en un paraje de gran belleza del Rif occidental: en la ladera del Yebel Dersa, con vistas al macizo del Gorgues y a 11 kms. del mar, junto al río Martil, que durante siglos le sirvió de comunicación con el mar en su calidad de navegable, trayéndole tantas fortunas como infortunios.
A mediados del siglo XII, el sufí andalusí Sidi Abd al-Qadir Tabbin funda una primera Tetuán fortificada, cuya alcazaba fue construida por el sultán meriní Abu Yussuf Ya’qub en 1286. Se convirtió en plaza defensiva contra el ataque de los portugueses que azotaban las costas, y su puerto fluvial ubicado en la desembocadura del del río Martil, en refugio de corsarios, motivos por los que fue continuamente asaltada, quedando destruida y abandonada tras el ataque portugués de 1437.
En 1484 Abu al-Hassan Ali al-Mandari al-Andalusi al-Garnati, abencerraje nacido en Granada miembro de la corte de Boabdil, llegó a Tetuán con un grupo de caballeros huyendo de la inminente caída del reino nazarí, refunda Tetuán, construyendo una nueva ciudad heredera de Granada, a donde llegaron gran parte de los andalusíes desterrados tras la desaparición de al-Andalus. Continuó su gobierno la legendaria Sayyida al-Hurra.
A partir del siglo XVII, bajo el gobierno de la familia andalusí de los Naqsis (1597 – 1672), Tetuán adquirió gran relevancia como puerto comercial con Europa y se convirtió en capital diplomática. La ciudad se vio engalanada con el influjo otomano, vistiendo de orientalismo sus maneras a partir del siglo XVIII, durante el mandato de familias como al-Rifi y Luqash. La ciudad se quedó pequeña y se amplió el recinto amurallado, construyéndose nuevos barrios, palacios y mezquitas. Pero a esta época creciente le sucedió un agrio siglo XIX de hambres y pestes, que se cerró con la guerra hispano-marroquí de 1859 y la ocupación española de la ciudad por dos años (1860-62).
El siglo XX dio paso a la modernidad. Tetuán se convirtió en capital militar y administrativa del Protectorado Español entre 1913 y 1956. Una nueva Tetuán se sumó a la antigua: nació el Ensanche extramuros de la medina y con él nuevas formas de vida. Tras la independencia en 1956 el éxodo masivo del campo a la ciudad provocó un crecimiento inusitado, multiplicándose los barrios en torno al núcleo histórico.
Hoy te encuentras con una ciudad de una sobresaliente riqueza histórica y arquitectónica. Una ciudad llena de vida, moderna y tradicional, tranquila y ajetreada, cultural, universitaria, turística y comercial.
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[…] hemos llegado a 1484, fecha de la refundación de la ciudad. Estamos en el recinto antiguo de la ALCAZABA de al-Mandari, el núcleo originario de la medina. […]